Dada la variedad del mundo, existen muchísimas posibilidades de realizar viajes especiales, es decir, centrados en una sola actividad principal, lo que no lleva a que no puedan realizarse actividades secundarias que no entorpezcan la principal.
En esta manera de hacer turismo se incluirían todos los viajes cuyo fin es realizar una actividad deportiva en un lugar diferente al de nuestra residencia. Por tanto viajes para volar en parapente, hacer trekking, escalada, rafting o descenso de ríos, bicicleta de montaña entrarían dentro de esta definición aunque para ellos tienen una específica que sería la de deportes de aventura.
Menos habitual es el enoturismo o turismo enológico, se trata de un viaje especializado dirigido hacia zonas productoras de vino, donde se encuentran las grandes bodegas y en búsqueda de la experiencia principal de la cata del vino producido, y el conocimiento de su elaboración en primera persona. Eso no priva que además se coma, y se visiten sitios culturales e históricos al mismo tiempo si los hay.
Otro sería el turismo gastronómico, que puede ser generalista y se realizan rutas en busca de los mejores restaurantes, o bien pueden ser más especialistas todavía, organizándose en ese caso rutas del queso de cabra u oveja, del jamón ibérico que incluyen visitas a los centros donde se fabrican esos productos y es evidente que además permite hacer un turismo natural, cultural e histórico.
Se nos podrían ocurrir tantos tipos de turismo especializado como gustos existen.
¡Organicemos el próximo viaje con imaginación!